Frank Zappa: "Menos la esperanza, antes o después todo tiene su fin"

Joe Jackson
La Vanguardia, 8 de abril de 1993, p. 27

Aunque gravemente enfermo, el artista californiano prepara el inminente lanzamiento de un disco y trabaja en el proyecto de una ópera que se estrenará en 1994

LOS ÁNGELES. — A pesar del sol de California, Frank Zappa permanece bien abrigado mientras comenta que su salud no es nada buena. Y tras unos momentos de silencio, añade: "Tengo cáncer de próstata que se ha extendido a los huesos. ¿Terminal? Bueno, antes o después, todo tiene su fin —comenta sonriendo— pero respecto a si lo es a corto plazo, lo único que puedo decir es que la esperanza nunca es terminal. Por eso tengo que ir ahora a mi habitación y hacerme una transfusión de sangre", concluye el músico bajo la mirada de una enfermera que le espera con impaciencia.

Sin embargo, a pesar de sus problemas de salud, el artista, uno de los más innovadores en la historia de la música rock y un valor de peso en lo que ha dado en llamarse música contemporánea, prepara el inminente lanzamiento de "Yellow shark", grabación de un concierto compuesto y dirigido por él, con la orquesta de cámara Ensemble Modern, y ofrecido en Francfort el pasado mes de septiembre.

Y también anuncia una nueva ópera que, "si todo va bien, se presentará mundialmente en Viena el próximo año 1994". No hace falta decir que, a semejanza de toda su producción musical, esta ópera no será nada convencional. "Hay muy pocas canciones en ella, si es que hay alguna; hay, eso sí, tratamiento de la voz humana y el 90 por ciento de la música estará realizado por ordenadores. Y aunque el contenido de las, digamos, canciones estará formado por sentencias y párrafos comprensibles; cuando lo oiga el público, estoy seguro de que no podrá evitar preguntarse qué es lo está escuchando: todo el material sonoro de esta obra está formado por pedazos de conversación, sacados de aquí y de allí y montados para que produzcan un cierto efecto", explica mientras sonríe irónicamente al anunciar el título de esta pieza: "Civilización, fase tercera". Sin embargo, la sonrisa desaparece cuando el artista muestra su temor sobre el futuro de su trabajo. Falta por ver si finalmente se estrenará en Viena.

"El director del Festival de Viena estuvo aquí hace poco más de un mes —comenta el músico californiano—, escuchó toda la obra y dijo que le había encantado. El problema es que la puesta en escena requiere un gran despliegue de medios, por lo que, para financiar su estreno, hay que intentar asegurar la representación de la misma en seis o siete escenarios de Europa. Y no he tenido noticias suyas desde que estuvo aquí, así que no sé. Hace pocos días, además, un afamado productor de óperas me dijo que, aunque mi trabajo le había gustado, veía mi ópera más como un producto cinematográfico. Por lo que creo que, si todo va bien, algo pasará con ella, aunque no sé el qué."

¿Treinta años de carrera musical hacen sentir a Frank Zappa que tiene una audiencia, ya sea en su faceta roquera o como compositor de música clásica? "La mayor parte de la gente que les gusta lo que hago han entrado en contacto con mi música de una forma peculiar, fuera de los canales por los que habitualmente se conoce la música hoy día" comenta, y añade: "Mis, digamos, seguidores me escriben y me explican qué es lo que mi música significa para ellos o cuál de mis discos les gusta más y por qué. Eso siempre ha sido inmensamente gratificante; una inspiración para seguir adelante. Pero la mayoría de la gente, especialmente en Estados Unidos, no tienen ni la más remota idea de lo que hago ni de lo que he hecho.

"Raramente, por no decir nunca, mis discos suenan en la radio. Y si algo llega a sonar alguna vez son mis pocas, poquísimas, canciones conocidas, como 'Don't eat the yellow snow'. Pero nunca las cosas que yo consideraría mis mejores trabajos".

Y ¿qué es lo que este músico considera su mejor trabajo? "Cosas como 'The jazz discharge party' o 'Dangerous kitchen'. Diría que no hay nada en rock'n'roll o en otro tipo de música que se parezca a esas composiciones, diría que escritas en un estilo cercano al de Shoenberg. En ellas, la melodía y las letras fueron improvisadas, y el acompañamiento musical construido con posterioridad en el estudio".

"De todas formas —añade Zappa— esta forma de hacer no es lo que yo recomendaría como camino musical a ningún joven intérprete de rock. Si lo hiciera, seguramente acabaría vendiendo menos discos de los que yo he vendido de alguno de los míos." Y es que el negocio musical, en opinión de Zappa, está eliminando la frescura del rock'n'roll. "Creo que el comportamiento de las grandes compañías matará finalmente al rock como música creativa." El dominio actual del mercado hace dudar a Zappa de sus intentos por aumentar los contenidos creativos del género. "Sólo puedes hacer algo diferente si renuncias a que tus canciones suenen en la radio comercial, sacrificando audiencia potencial y poniendo en peligro tus actuaciones en directo", comenta. "Así que, si no pactas, te ves expulsado de un mercado que está más interesado en vender productos que en aumentar los horizontes creativos de la música y de los artistas."

De hecho, Zappa no ha realizado una gira interpretando rock'n'roll desde 1988, año en que disolvió su mítica banda The Mothers of Invention. Desde entonces, su trabajo, ya sea de intérprete como de composición, se ha concentrado más en la música denominada seria. Su presencia en las emisoras de música clásica es, ahora, más constante de lo que nunca fue en las populares. Mayor incluso que cuando era una estrella —cínica y burlona, si se quiere, pero una estrella al fin y al cabo— del rock'n'roll.


PERFIL

El músico más sarcástico de la historia del rock

Nacido en Baltimore, en 1940, Frank Vincent Zappa se trasladó con sus padres a California cuando aún era un bebé. Aunque su padre —científico del Gobierno— y su madre son de origen siciliano, Zappa nunca se ha considerado demasiado influido por ellos. El músico inició sus estudios musicales clásicos a los doce años. Pero no fue hasta 1958, con la banda del Capitán Beefheart, que se decantó por el rock y el blues. En 1964, fundó los míticos Mothers of Invention, con los que dio a conocer el freak rock y su estilo sarcástico, ácido e irrespetuoso con todos y con todo. Su disco-parodia del "Sargeant Peppers" de los Beatles o aquel otro de la primera época "hippy" titulado "Estamos en esto por la pasta" le aportó una relativa popularidad. Paralelamente, en 1967, Zappa iniciaba, con "Lumpy gravy" sus producciones clásicas en solitario.

 

donlope@gmail.com
2015-08-15